El método Montessori se basa en observaciones científicas relacionadas con la capacidad de los niños.
Educación Montessori
La metodología Montessori tiene una sólida y fundamentada trayectoria desde hace más de 100 años. Según María Montessori, los niños absorben como “esponjas” todas las informaciones que requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria. Los niños aprenden a hablar, escribir y leer de la misma manera que lo hace al gatear, caminar, correr, de modo espontáneo. Con el método Montessori los niños aprenden a leer, escribir, contar y sumar antes de completar los 6 años.
La Dra. Montessori basó sus ideas en el respeto hacia el niño y en su capacidad de aprender, partía de no moldear a los niños como reproducciones de los padres y profesores imperfectos. Concibió a los niños como la esperanza de la humanidad, dándoles oportunidad de aprender y utilizar la libertad a partir de los años de desarrollo, y así el niño llegaría a adulto con la capacidad de hacer frente a los problemas de vivir, incluyendo los más grandes de todos, la guerra y la paz. El método de Montessori ha existido desde 1907, cuando María Montessori creó la primera casa de los "niños" en Roma (Italia). El trabajo de María Montessori no solamente era el desarrollar una nueva manera de enseñanza, sino descubrir la vida y ayudar a alcanzar al niño su potencial como ser humano. Procurar desarrollar este potencial a través de los sentidos, en un ambiente preparado y utilizando la observación científica de un profesor entrenado.
El método Montessori se basa en observaciones científicas relacionadas con la capacidad de los niños, para absorber conocimientos de su alrededor, así como el interés que éstos tenían por materiales que pudieran manipular. Cada parte del equipo, cada ejercicio, cada parte del método desarrollado, fue diseñado según lo que ella observó, lo que niños hacían "naturalmente", por sí mismos, sin ayuda de los adultos. A los niños se les enseña que “uno mismo es quien construye su aprendizaje”. El educador sólo ejerce una figura de guía, que potencia o propone desafíos, cambios, novedades. El ambiente Montessori no incita a la competencia entre compañeros, se respeta y valora el logro de cada alumno en su momento y ritmo oportuno. El silencio y la movilidad son elementos indispensables en esta metodología. Los niños pueden mover sus mesas, agruparlas o separarlas según la actividad, todo el mobiliario es adecuado al tamaño del niño, siendo las manos las mejores herramientas de exploración, descubrimiento y construcción de dichos aprendizajes. El error, equivocación o falta, es considerado como parte del aprendizaje, por ello, no es castigado, resaltado o señalado, sino, es valorado e integrado como una etapa del proceso. Se suele estimular a que el niño haga siempre una autoevaluación. Los principios fundamentales de la Pedagogía Montessori están basados en: la autonomía, la independencia, la iniciativa, la capacidad de elegir, el desarrollo de la voluntad y la autodisciplina. Otros aspectos abordados en ésta metodología son: el orden, la concentración, el respeto por los otros y por él.
Si queres compartir con nosotros alguna experiencia u opinión relacionada a este artículo, podes hacerlo desde aquí: